lunes, 6 de febrero de 2012

¿Cuál es el plan de Salvación?


¿Está hambriento? No físicamente hambriento, ¿pero tiene usted un deseo de algo más en la vida? ¿Hay algo profundo en su interior, que parece nunca estar satisfecho? Si es así, ¡Jesús es el camino! Jesús dijo, “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35).

¿Está usted confundido? ¿Nunca puede encontrar un sendero o propósito en la vida? ¿Parece como que alguien ha apagado las luces y usted no puede encontrar el interruptor? Si es así, ¡Jesús es el camino! Jesús proclamó, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

¿Alguna vez ha sentido, como que le han cerrado la puerta de la vida? ¿Ha intentado abrir muchas puertas, solamente para encontrar que detrás de ellas todo está vacío y sin sentido? ¿Está buscando una entrada a una vida plena? Si es así, ¡Jesús es el camino! Jesús declaró, “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos” (Juan 10:9).

¿Lo defrauda otra gente siempre? ¿Sus relaciones han sido superficiales y vacías? ¿Parece como que todos están tratando de sacar provecho de usted? Si es así, ¡Jesús es el camino! Jesús dijo, “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas…yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” (Juan 10:11,14).

¿Se ha preguntado qué sucede después de la vida? ¿Está cansado de vivir su vida por las cosas que solamente corrompen y corroen? ¿Alguna vez duda de que la vida tenga algún significado? ¿Quiere usted vivir después de que muera? Si es así, ¡Jesús es el camino! Jesús declaró, “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:25-26).

¿Quién es el camino’ ¿Quién es la verdad? ¿Quién es la vida? Jesús contestó, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

El hambre que usted siente, es un hambre espiritual, y solamente puede ser saciada por Jesús. Jesús es el único que puede disipar la oscuridad. Jesús es la puerta a una vida satisfactoria. Jesús es el amigo y el pastor que ha buscado. Jesús es la vida – en este mundo y en el próximo. ¡Jesús es el camino de la salvación!

La razón por la que se siente hambriento, la razón por la que parece estar perdido en la oscuridad, la razón por la que no puede encontrar significado en la vida, es que usted está separado de Dios. La Biblia nos dice que todos hemos pecado, y por tanto estamos
separados de Dios (Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23). El vacío que siente en su corazón es por la falta de Dios en su vida. Fuimos creados para tener una relación con Dios.
A causa de nuestro pecado, estamos separados de esa relación. Aún peor, nuestro pecado puede causar que estemos separados de Dios por toda la eternidad - en esta vida y en la siguiente (Romanos 6:23; Juan 3:36).





¿Cómo puede ser resuelto este problema? ¡Jesús es el camino! Jesús, por nosotros, fue hecho pecado (2 Corintios 5:21). Jesús murió en nuestro lugar (Romanos 5:8), tomando el castigo que merecíamos. Tres días más tarde, Jesús resucitó, demostrando Su victoria sobre el pecado y la muerte (Romanos 6:4-5). ¿Por qué lo hizo? Dios mismo contestó esa pregunta, “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Jesús murió a fin de que nosotros pudiéramos vivir. Si ponemos nuestra fe en Jesús, confiando en Su muerte como el pago por nuestros pecados entonces todos nuestros pecados son perdonados y lavados. Y así nuestra hambre espiritual será satisfecha. Las luces se encenderán. Tendremos acceso a una vida plena. Conoceremos a nuestro mejor amigo y buen pastor. Sabremos que tendremos vida después de morir – ¡una vida resucitada con Jesús en el cielo por la eternidad!

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

¿Quiere usted hacer una decisión por Cristo, hoy mismo?... Si es así, cierre sus ojos, pida perdón por haber vivido sin Dios y repítase con toda la fe que pueda tener: “¡He aceptado a Cristo hoy!”

 
¡Felicitaciones! ¡Ha hecho una decisión de cambio de vida! Tal vez se esté preguntando, “¿Y ahora qué? ¿Cómo comienzo mi trayecto al cielo? Los cinco pasos mencionados a continuación, van a darle indicaciones de la Biblia.

1.-Asegúrese de entender la salvación.

1 Juan 5:13 nos dice, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. Dios quiere que entendamos la salvación. Dios quiere que tengamos la confianza de saber con seguridad que somos salvos. Vayamos brevemente a los puntos clave de la salvación:

(a) Todos hemos pecado. Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios (Romanos 3:23).
(b) Merecemos ser castigados con la separación eterna de Dios, a causa de nuestro pecado (Romanos 6:23).
(c) Jesús murió en la cruz para pagar la penalidad por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21).
(d) Dios otorga perdón y salvación a todos aquellos que ponen su fe en Jesús – confiando en Su muerte, como pago por nuestros pecados (Juan 3:16; Romanos 5:1; Romanos 8:1).

¡Ese es el mensaje de salvación! Si ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, usted es salvo! Todos sus pecados son perdonados, y Dios promete nunca dejarlo o desampararlo (Romanos 8:38-39; Mateo 28:20). Recuerde, su salvación está segura en Jesucristo (Juan 10:28-29). ¡Si usted confía solo en Jesús como su Salvador, puede tener la confianza de que va a pasar la eternidad con Dios en el cielo!











2. Encuentre una buena iglesia que enseñe la Biblia.

No piense en la iglesia como un edificio. La iglesia es la gente. Es muy importante que los creyentes en Jesucristo tengan compañerismo unos con otros. Ese es uno de los propósitos principales de la iglesia. Ahora que usted ha puesto su fe en Jesucristo, le animamos firmemente a encontrar por su sector, una iglesia creyente en la Biblia, hable con el pastor. Hágale saber acerca de su nueva fe en Jesucristo.

Un segundo propósito de la iglesia, es enseñar la Biblia. Usted puede aprender cómo aplicar las enseñanzas de Dios en su vida. Entender la Biblia es la clave para vivir una vida Cristiana exitosa y poderosa. 2 Timoteo 3:16-17 dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Un tercer propósito de la iglesia es la adoración. ¡La adoración es dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho! Dios nos ha salvado. Dios nos ama. Dios es nuestro proveedor. Dios nos guía y nos dirige. ¿Cómo no agradecerle? Dios es santo, justo, cariñoso, misericordioso, y lleno de gracia. Apocalipsis 4:11 declara, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.

3. Aparte cada día un tiempo para enfocarse en Dios.


Es muy importante para nosotros cada día, pasar tiempo enfocándonos en Dios. Algunas personas denominan a este, un “tiempo a solas.” Otros lo llaman “tiempo de devoción,” porque este es un tiempo cuando nos dedicamos a Dios. Algunos prefieren apartar tiempo en las mañanas, mientras otros prefieren el atardecer. No importa cómo denomine a este tiempo o cuándo lo haga. Lo que importa es que usted pase regularmente tiempo con Dios. ¿Qué eventos preparan nuestro tiempo con Dios?

(a)              Oración.- La oración sencillamente es hablar con Dios. Hablar con Dios acerca de sus preocupaciones y problemas. Pedir a Dios que le de sabiduría y guía. Pedir a Dios que provea sus necesidades. Decirle a Dios cuánto lo ama y cuánto aprecia todo lo que hace por usted. De eso se trata la oración.

(b) Lectura bíblica.- Además de recibir enseñanza Bíblica en la iglesia, en la Escuela Dominical, y/o en los estudios bíblicos – es necesario que lea la Biblia por usted mismo. La Biblia contiene todo lo que necesita conocer a fin de vivir una vida Cristiana exitosa. Esta contiene la guía de Dios para tomar decisiones sabias, cómo conocer la voluntad de Dios, cómo ministrar a otros, y cómo crecer espiritualmente. La Biblia esencialmente es el manual de enseñanza de Dios para saber cómo vivir nuestra vida de una manera que le agrademos y nos sintamos satisfechos.


4. Desarrollar relaciones con gente que puede ayudarnos espiritualmente.

1 Corintios 15:33 nos dice, “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” La Biblia está llena de advertencias acerca de la influencia que la gente “mala” puede tener sobre nosotros. Pasar tiempo con aquellos que se ocupan de actividades pecaminosas, va a causar que seamos tentados por aquellas actividades.


El carácter de aquellos que nos rodean va a “pegarse” en nosotros. Por esa razón es tan importante rodearnos de otra gente que ama al Señor y está comprometida con El.
Trate de encontrar un amigo o dos, tal vez de su iglesia, alguien quien pueda ayudarlo y animarlo (Hebreos 3:13; 10:24). Pida a sus amigos que lo mantengan responsable con respecto a su tiempo a solas, sus actividades, y su caminar con Dios. Pregúnteles si usted puede hacer lo mismo por ellos. Esto no significa que tiene que abandonar a todos sus amigos que no conocen al Señor Jesús como su Salvador. Siga siendo su amigo y ámelos. Simplemente permítales conocer que Jesús ha cambiado su vida, y que no puede hacer todas las mismas cosas que solía hacer. Pídale a Dios que le de oportunidades para compartir de Jesús con sus amigos.

5.Bautizarse.

Mucha gente malentiende el bautismo. La palabra “bautizar” significa sumergir en agua. El bautismo es la manera bíblica de proclamar públicamente su nueva fe en Cristo y su compromiso de seguirle. La acción de ser sumergido en agua ilustra el ser enterrado con Cristo. La acción de salir del agua ilustra la resurrección de Cristo. Bautizarse es identificarse con la muerte, entierro y resurrección de Jesús (Romanos 6:3-4).

El bautismo no es lo que lo salva. El bautismo no le quita sus pecados. El bautismo simplemente es un paso de obediencia, una proclamación pública de su fe solo en Cristo para salvación. El bautismo es importante porque es un paso de obediencia – declarar públicamente la fe en Cristo y su compromiso con El. Si usted está listo para ser bautizado, debe hablar con un pastor.
                                               

                                                                                        Bendiciones